jueves, junio 23, 2011

Daniel en Pronto



La revista Pronto le hizo una entrevista a Daniel a raíz de su participación en Bailando por un sueño y desde acá agradecemos y reproducimos a continuación.


"Tengo la bendición de Susana para que me vaya bien en el bailando".

* Nancy Duré.
Aunque Daniel Gomez Rinaldi no es un bailarín muy avezado, su participación en el programa de Marcelo Tinelli divierte cuando cuenta chismes y días atrás emocionó a todos cuando recordó cómo superó un cáncer de riñon. Amigo de Susana Giménez, cuenta que se la cruzó hace poco en un evento y que ella le contó que está pendiente de cómo le va en el certamen.

Su historia puso a todos al borde de las lágrimas. Pero paradójicamente, a pesar de tener que luchar contra el cáncer, Daniel Gómez Rinaldi nunca perdió la alegría.


El panelista de Intrusos en el espectáculo (América) es uno de los periodistas más queridos, tanto por sus colegas como por el público. Y su participación en Bailando por un sueño (El Trece), aunque floja en lo que a la danza se refiere, es una de las más festejadas por todos.



-Zafaste la segunda sentencia consecutiva.



-¡Por suerte! El tema es que, como estuve lesionado una semana entera, estoy bastante atrasado con los ensayos.


Así que estoy en el horno.



-Es que vos no tenes que preocuparte por el baile: si lo que la gente quiere es que vayas a hablar de Susana.



-¿Sabes que sí? A la gente le gusta que cuente los chimentos de Ideas del sur y, sobre todo, que hable de Susana. Como el otro día, cuando dije que ella cada vez que veía a Marcelo Iripino cambiaba de canal, que estaba enojada porque él se la pasaba hablando mal de ella y que no tenía por qué llamarlo.



-¿A vos sí te llama para aconsejarte en cada performance?



-¡Obvio! Me deseó la mejor de las suertes en un te en el que coincidimos en el Hotel Alvear. Y está pendiente de mí lodo el tiempo.



-¿Sos el candidato de la diva?



-Tal cual: yo tengo la bendición de Susana para que me vaya bien en el Bailando.



-También tenes el apoyo de los Intrusos.



-Seguro. De hecho, si llego a ir al teléfono, tengo a todos los seguidores de Twitter de Jorge Rial, que son millones, apoyándome a mí. Y a los del resto de mis compañeros también.
Lo único que espero es que algún día me puedan acompañar al piso.



-Imagino que si te llegan a eliminar, la venganza de los Intrusos será terrible...



-No lo dudes (se ríe). Pero, para ser honesto, desde el primer momento me lo tomé como un juego. Porque yo sé que no sirvo para bailar. Y los jurados me dan sus devoluciones con tan buena onda, que aunque me digan Capitán Escarlata o Playmobil, no me puedo enojar.



-Sos un personaje muy querido en el medio.



-Eso me dicen.



-Y todos se emocionaron cuando contaste cómo fue tu lucha contra el cáncer.



-Es que, cuando Moria Casán dijo que si yo había tenido fuerza como para enfrentar una enfermedad como la que yo tuve, podía hacerle frente a este concurso, lo tuve que contar. A mí me extirparon un tumor maligno del riñón izquierdo en 2009 y, en 2010, otro del derecho. Y, cuando se habla del cáncer, uno se sensibiliza porque se enfrenta con la muerte.


Pero yo no quería, en un show familiar y divertido, ponerme a llorar. Lo único que sí quiero es trasmitir la importancia de hacerse chequeos periódicos.



-Recordemos que vos la sacaste "barata'" gracias a haber descubierto tus tumores a tiempo.



-Tal cual. Por eso mismo, el médico me dijo que había sido un "hallazgo" haber descubierto el primer tumor. Después con los chequeos subsiguientes que son cada seis meses, se pudo encontrar el segundo. Así que los dos pudieron ser extirpados a tiempo.



-¿Ahora estás haciendo algún tratamiento?



-No. Por suerte, fuera de los chequeos de rutina, no tengo que someterme a ningún tratamiento. Y estoy muy bien.



-¿Te cambió en algo el hecho de haberte enfrentado con esta enfermedad?



-Yo ya venía trabajando en lo espiritual desde hacía mucho tiempo. Allá por los '90, a través de Ricardo Piñeiro y Graciela Borges, empecé a participar de unos grupos de mejoramiento personal que se llamaban Inside, en los que se analizaba cómo enfrentar la vida y en los que se incluían lecturas como Usted puede sanar su vida de Louise Hay, que fue la pionera en este tipo de libros.



-Ella sostiene que todas las enfermedades son producto de alguna cuestión emocional o psíquica.



-Exacto. Y yo ya venía con ese tipo de lecturas, así que no fue que a partir del cáncer me volví más bueno. Mucho antes me había vuelto espiritual e introspectivo.


Así que, cuando me enfrenté al primer tumor, me volví hasta más religioso.


Y me puse a conversar más con Dios, pero no para preguntarle por qué.


Lo que dije fue: "Lo tengo, voy a enfrentarlo".



-¿Nunca perdiste la alegría?



-Tal vez en la intimidad sí, he sufrido y he llorado. Pero lo que más me preocupaba era la idea de no poder ver crecer a mi sobrina, María Victoria, de 6 años.



-Vos sos muy familiero...



-Sí: sigo viviendo en San Martín, en la casa de mi mamá, Nélida, aunque tengo mi departamento en Capital para cuando termino muy tarde. Y siempre vamos en grupo a todos lados, con mi hermana Claudia y mi sobrina.



-¿Ahora estás en pareja?



-No. El año pasado hice una broma con CQC diciendo que me había casado hacía seis años con Juan Carlos en España.


Pero era todo mentira, así que lo tuve que salir a aclarar. Y la verdad es que no tengo pareja.

-¿Querés tenerla?



-Yo estoy muy tranquilo. Como siempre prioricé mi trabajo y mi crecimiento profesional, ahora estoy disfrutando mucho del lugar que me gané. Y me encanta la independencia: no soporto eso de "dónde estás" o "qué hacés". Entonces como sé que a los cuarenta ya no voy a cambiar, prefiero seguir así.